Quise salir corriendo
lejos
de mi misma
hacia
el
mundo
sin
v
é
r
t
i
g
o
,
Pero mis piernas eran plomo.
Cuando pude correr,
pensé en volar al paraíso
de la sonrisa eterna
pero tenía las alas
llenas de polvo,
atrofiadas, casi
como flores marchitas
y dentro de mí
sólo había lágrimas.
Quise, soñé y pensé tantas cosas.
Luché contra mí pero conmigo.
Flagelé mi conciencia
con ladrillos
lapidando mi camino
-sin importar
cómo
fuese
su
trazado-.
Me convertí
en autómata de un mundo
asesinamente circular
y cerré todas las ventanas
de mi realidad.
Negro y opaco
eco de suspiros
vacíos pero llenos
de tiritas despegadas
De un pasado mal curado.
Ojos despintados
y cerrados,
y un pozo
amenosdemediopaso.
Y
c
a
í
.
Y fue desde ahí abajo
que mis ojos comenzaron
a ver rayitos de esperanza
y, falta de otra cosa
que no fuera yo misma,
descubrí que mis alas
marchitas florecían
y el polvo desaparecía.
Y aún sigo
en el pozo
pero ya soy capaz
de tocar con la punta de los dedos
la superficie.
Soy capaz de comprender
que contra mí sólo yo pierdo.
Me pierdo a mí, pierdo mi vuelo,
mi alma, mi vida.
Mi vida, que es mía
tanto como yo de ella,
obviedad difícil de aceptar
cuando intentamos
“ser” a contracorriente.
Madre mia....me encanta...tienes una capacidad increible para poner palabras en los sentimientos...me encanta la frase "Soy capaz de comprender que contra mí sólo yo pierdo" es tan cierta y tan obvia que duele ver cuantas veces intentamos plantarnos batallas inutiles...
ResponderEliminarMuchas gracias, mi niña!!
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