Tengo el corazón lleno de mareas vivas y los ojos de salitre.

domingo, 9 de enero de 2011

Respirar

Sabía a qué sabían

los besos repletos de verdades.

Supe reconocer en los ojos

las ganas de compartir

mi mundo de caricias

y de versos.


Sabía lo que era una sonrisa,

las manos que desvisten las tristezas.

Supe reconocer el final de cada cuento,

aunque no cómo poner fin

al lamento,


sustantivo que inundó de lágrimas

el salón de los poemas

a puerta cerrada.


Y me encerré en un mundo

sin reflejos.

Vendí mi luz a cambio

de volver a respirar


Y, en la penumbra

de la soledad forzada,

aniquilé mi rostro

ocultando mi mirada.


Semáforo en ámbar

fui.


Crucé deprisa

y perdí.


Ahora busco

verde

y cruzo.


Los nudos los deshago

y si no puedo,

pido ayuda.


Sé lo que es sonreír

aunque me cueste.


He recuperado

un poquito de mi luz

y con paciencia espero más.


Tal vez las fuerzas vuelvan

y ya no tenga que pagar

ningún precio por respirar.




2 comentarios:

  1. Me gusta un montón (para variar) me quedo con la frase "Vendí mi luz a cambio de volver a respirar" me viene que ni al pelo a mi también, me encanta irte descubriendo poco a poco a traves de tus escritos :)

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