He probado a que sabe esperar
sabiendo que habita
en el espacio que queda
entre las manos y los labios
el deseo.
He bebido del néctar
de la fantasía en la distancia
cuando quedan lejos los abrazos.
He dormido en mi cama
soñando en otra
Y me he despertado
arañando las ganas
del reencuentro.
He intuído entre
gestos y sentir
a quemarropa
el fuego que guardas.
Quiero condena en tu hogera.
Ser prisionera
de una noche entera
entre tus piernas
sientiéndome al fin libre
de sentirte.
Qué malas son a veces las esperas...
ResponderEliminarme ha gustado...eNiGMätico...
Muchas gracias, Desconcierto! A veces son malas, pero otras veces traen consigo cosas buenas y merece la pena...
ResponderEliminarMil gracias por leer.